Oído a la Música

Intro

El virus de la COVID-19 está dejando al mundo en una recesión económica sin precedentes, sobre todo a los países en desarrollo como los de nuestra región. Las industrias culturales no han sido ajenas a este fenómeno mundial. En particular, la industria musical viene siendo afectada por las restricciones de reunión en la mayoría de países del mundo: se han cancelado o pospuesto innumerables presentaciones, festivales e incluso actividades de producción musical (p. ej. grabaciones), afectando directamente a artistas y a quienes realizan actividades de apoyo (p. ej. técnicos, sonidistas, transportistas, managers, productores, entre otros).

En respuesta a la crisis que enfrenta la industria musical, los gobiernos de distintos países de Latinoamérica vienen implementando distintas medidas excepcionales, tales como subsidios directos, incentivos tributarios e iniciativas privadas. Todas estas fórmulas buscan contener el impacto negativo a esta actividad que, al ser predominantemente independiente, es susceptible a sufrir un daño irreparable debido a su inestabilidad.

Para preparar este artículo hemos comparado las medidas de respuesta a la crisis de la COVID-19 adoptadas en Argentina, Colombia, Chile, México y Uruguay para las industrias culturales (con información obtenida al 10 de agosto) para encontrar puntos en común y contrastarlas con las medidas tomadas en el Perú. Si bien consideramos las medidas adoptadas para las industrias culturales, nuestro análisis posterior se enfocará en la industria musical.

Así, hemos agrupado este texto de la siguiente manera: la primera parte describe las principales medidas adoptadas los países comparados (que se desarrollan con un poco más de detalle en el cuadro ubicado al final del artículo). La segunda parte describe de manera general las medidas adoptadas en el Perú. Finalmente, analizaremos las medidas peruanas y propondremos nuevas alternativas para el impulso de la industria musical centrándonos en tres líneas de acción (i) difusión, (ii) infraestructura, (iii) incentivos para la oferta musical.

Verso 1

Podemos agrupar las medidas adoptadas en los países latinoamericanos bajo análisis de la siguiente forma: (a) apoyos económicos , (b) actividades de promoción y difusión de contenidos locales, (c) incentivos tributarios y (d) protocolos de reapertura. En alguno de estos casos se han detectado iniciativas públicas y privadas. Veamos.

a) Apoyos económicos

Todos los países han adoptado medidas de inyección económica tales como: subsidios directos, adquisición de contenidos, becas y/o fondos concursables. Un caso destacable es el de Colombia, que destinó fondos exclusivamente para los artistas y gestores culturales que sean considerados adultos mayores.

Estos subsidios no solo han venido de parte del Estado: en Chile y Uruguay las sociedades de gestión colectiva (que vendrían a ser, para el caso peruano, nuestra APDAYC o UNIMPRO) han tomado medidas en beneficio de sus asociados a través del reparto anticipado de regalías o la creación de fondos de ayuda.

b) Promoción y difusión de contenidos

Los ministerios o secretarías de cultura de Argentina, Chile, Colombia y México lanzaron campañas para difundir los contenidos de sus artistas locales a través de medios de comunicación estatales y sus canales digitales (de manera adicional a la adquisición directa de materiales). Por ejemplo, el Ministerio de Cultura de Colombia lanzó el playlist ‘100 canciones #ColombiaCreaTalento’, mientras que en Chile se lanzó la convocatoria ‘RM cultura virtual’ para exhibir obras artísticas y literarias.

Cabe destacar los casos de Colombia y Argentina, donde también se buscó que los medios de comunicación privados difundan contenidos nacionales: En Argentina el Instituto Nacional de la Música (INAMU) emitió un comunicado con esta iniciativa, y en Colombia el Ministerio de Cultura emitió una carta abierta en el mismo sentido.

En el mismo sentido, las sociedades de gestión colectiva en Chile, México y Uruguay crearon playlists dedicados a sus artistas asociados (que pueden ser reproducidos en plataformas como Spotify o Soundcloud) y que han sido difundidas en sus redes sociales.

c) Medidas tributarias

A consecuencia de la crisis, todos los países bajo análisis han implementado ciertas medidas que buscan algún tipo de alivio tributario para todos sus contribuyentes. No obstante, debemos resaltar los casos de Colombia y México, los únicos países en la región que hasta el momento han adoptado medidas tributarias específicas para las industrias culturales.

En Colombia se aplicaron ciertos beneficios tributarios, tales como; (i) la reducción del impuesto a la renta (del 11% al 4%) para actividades culturales y creativas (es decir, redujeron el monto que se pagará por el impuesto); (ii) exoneración del IVA (o IGV) a los servicios artísticos a ser brindados para producciones audiovisuales de espectáculos públicos de las artes escénicas; (iii) incentivos tributarios, como la generación de crédito tributario al invertir en economías creativas (hasta 165 por ciento en deducción de renta para quienes inviertan y/o donen en este tipo de iniciativas); y (iv) ampliaciones de plazos para el pago de contribuciones.

En México, se lanzó un incentivo tributario para estimular la inversión en proyectos artísticos. Todo aquel que quiera invertir en estos podrá aplicar un crédito fiscal de hasta 2 millones de pesos mexicanos (aproximadamente USD 90,000) por proyecto. En esa línea, la Secretaría de Cultura ha seleccionado ciertos proyectos artísticos, a los cuales, dada su importancia,  se les ha asignado un beneficio tributario mayor (mediante un mayor crédito fiscal).

Es destacable que los Estados opten por este tipo de alternativas que no solo buscan aliviar la presión tributaria de este sector, sino también incentivar al sector privado a invertir en las industrias culturales y, de esta manera, promover el un crecimiento económico en estas industrias (Ruiz de Castilla Ponce de León, 2013).

Consideramos que este tipo de medidas son favorables y eficientes ya que los gobiernos centrales comparten la tarea de impulsar las industrias culturales con el sector privado, permitiéndole a los Estados enfocar sus esfuerzos en áreas que requieren atención prioritaria.

d) Protocolos de reapertura de espacios culturales

Argentina, Colombia, México y Uruguay establecieron protocolos para retomar las actividades en el sector cultural, de manera progresiva (sin público – con público) y dependiendo de la fase de cuarentena en la que se encuentren.

En Argentina se aprobó un protocolo general para la realización de actividades sin público en zonas geográficas en las fases 3 y 4 de cuarentena (al igual que Perú, Argentina ha organizado su reactivación en cuatro fases), incluyendo medidas de protección recomendadas por la OMS y el Ministerio de Salud (p.ej. medidas para asegurar el distanciamiento, mascarillas, contar con personal e insumos de limpieza, entre otros).

En Colombia, de manera similar a la Argentina, se aprobaron protocolos para que los espacios culturales puedan reiniciar actividades profesionales de producción y transmisión de obras artísticas y audiovisuales, dado que aún no hay autorización para actividades con público.

En México se emitió una guía básica para la reapertura de espacios culturales. En principio la reapertura se condiciona a las fases de reactivación más seguras: amarillo y verde en el semáforo regional (fases 3 y 4 en Perú). Se tienen en cuenta medidas como: limpieza permanente del entorno, insumos de limpieza personal, distanciamiento, uso de mascarilla, monitoreo del aforo.

En Uruguay ya se permitirán las actividades culturales con público: se aprobó un protocolo para la reapertura completa de museos, galerías de arte, espacios culturales, cines, teatros y salas de espectáculos. Se incluyen medidas como: control de la temperatura, distanciamiento, uso de mascarilla, sistemas de ventilación de los establecimientos, ejecución de limpieza periódica de los espacios y limitación de aforo.

Verso 2

En nuestro país, la crisis producida por la COVID-19 ha desnudado falencias estructurales en todos la mayoría de los sectores. El sector cultura no es la excepción. Entonces, cabe preguntarnos ¿qué se ha hecho en el Perú por las industrias culturales?

Para responder dicha pregunta sería necesario tener una foto de la situación del sector al inicio de la crisis. Sin embargo, dado que as industrias culturales históricamente han sido dejadas de lado, no contamos con ella. No conocemos con exactitud sus características y dificultades y, mucho menos, contamos con un censo o padrón de las personas que participan en las industrias culturales de manera directa o indirecta (incluyendo trabajadores formales e informales).

Lo que sí sabemos es que, en Perú contamos con industrias culturales poco desarrolladas, si las comparamos con otras de la región (no solo en niveles de producción sino también de difusión y consumo). Esto genera barreras para que la sociedad conozca y consuma productos culturales nacionales.

Estas fallas estructurales han retardado el diagnóstico de la situación de la industria y, en consecuencia, las curas propuestas (políticas de mitigación) podrían resultar tardías y quizás no tan eficaces.

Las medidas adoptadas

El Ministerio de Cultura impulsó la emisión del Decreto de Urgencia 058-2020 (el “DU 058”), publicado a fines de mayo, que estableció el marco general para la mitigación de los efectos económicos producidos por la pandemia en el sector cultura.

De manera similar a la mayoría de países de la región, las medidas incluyeron apoyos económicos directos e indirectos, tales como fondos concursables, fondos no concursables y adquisición de contenidos.

En tal sentido, a través de resoluciones ministeriales y viceministeriales se reorganizaron e incrementaron los recursos económicos destinados al sector, y también establecieron lineamientos para la aplicación de los beneficios creados mediante el DU 058 (“Lineamientos”).

Ahora, ¿cómo es que funcionan estos apoyos? El Ministerio ha planteado 4 líneas de apoyo económico: (1) al trabajador cultural independiente a través de organizaciones culturales, (2) a las organizaciones y espacios culturales, (3) replanteamiento de ferias, festivales y festividades, y (4) replanteamiento de oferta de bienes, servicios y actividades culturales.

Las personas que participan de las actividades culturales podrán aplicar a estos apoyos de manera individual (a través de la línea 4) o colectiva (a través de las líneas 1 y 3) (mas detalle en este comunicado del Ministerio).

Para todos los casos, las solicitudes requieren: (i) identificación del solicitante, (ii) selección de la línea de apoyo, (iii) probar que se vieron impedidos de realizar actividades culturales por la pandemia (que implica primero probar que venían realizando actividades antes de la pandemia), (iv) presentar un ‘Plan de Amortiguamiento’ (explicar cuánto vas a pedir y en qué lo vas a gastar), y (v) firmar un acta de compromiso (para hacer seguimiento del cumplimiento del plan).

Por otro lado, el Ministerio podrá adquirir contenidos (licencias de música tradicional peruana) para la difusión en plataformas virtuales y medios públicos, a través de las modalidades permitidas por la Ley de Contrataciones con el Estado y previa opinión de un ‘Comité de Expertos’.

La Política Nacional de Cultura

Por otro lado, es importante destacar que, por fin, se emitió una Política Nacional de Cultura al 2030 (“PNC”), cuyo objetivo principal es asegurar el ejercicio pleno de los derechos culturales de la población, reconociendo las falencias del sector y el descuido a las industrias culturales. Es así que el Presidente Vizcarra considera que la PNC es “un legado cultural para las nuevas generaciones”..

Este instrumento desarrolla los problemas que actualmente enfrenta el sector cultura peruano, los que dificultan el acceso a contenidos culturales. Un claro ejemplo es la poca oferta de contenidos culturales a causa de la falta de incentivos para la creación cultural. Asimismo, enfrentamos la falta de infraestructura cultural (i.e. espacios culturales), la poca participación de los medios de comunicación privados (que genera una falta de información en la sociedad sobre los contenidos culturales disponibles), entre otros. Ante esto, la PNC reconoce que es necesario contar con financiamiento del sector público y privado para el desarrollo y sostenibilidad del sector.

En cuanto a las alternativas de solución a estos problemas, la PNC propone de manera general: (i) el fomento de consumo cultural a través de tarifas reducidas; (ii) la implementación de proyectos de inversión para el desarrollo de infraestructura cultural; (iii) el otorgamiento de fondos concursables; y (iv) otros incentivos para el desarrollo de proyectos culturales.

Consideramos que este es un buen punto de partida para el fortalecimiento del sector y las industrias culturales. Sin embargo, se trata de un documento programático y no pretende ser una respuesta inmediata para la crisis actual.

Al analizar en conjunto las recientes normas, podemos destacar que el PNC nos ayuda a identificar y entender mejor el trasfondo de los problemas transversales que enfrenta el sector cultura; ciertamente, no todas estas falencias son cubiertas en el marco del DU 058 y los Lineamientos que han buscado una respuesta inmediata a la crisis.

Ciertamente, aún es necesario planificar e implementar de medidas adicionales para la reactivación del sector en general, y la industria musical en particular. Para ello, es útil tomar como referencia los puntos sensibles destacados por la PNC.

Coro

Teniendo en cuenta lo anterior, a continuación analizaremos en breve los apoyos actuales adoptados en Perú y plantearemos, de manera general, algunas alternativas adicionales para enfrentar la situación actual, enfocándonos en la industria musical:

1. Apoyos económicos

Se trata de remedios inmediatos pero, a la vez, insuficientes para afrontar la reactivación integral del sector. Ello debido a que existe un presupuesto limitado (“te puedo ayudar hasta donde alcance el pozo”), que deberá ser asignado por un Ministerio con sus propias deficiencias burocráticas (reconocidas por la propia PNC).

Un tema adicional a considerar es que puede haber una dificultad práctica al momento de justificar los apoyos: la industria musical (y en cierta medida, las industrias culturales) es predominantemente independiente e informal. En ese sentido, puede ser complicado conseguir y presentar documentos de sustento que acrediten las actividades que se venían realizando (p.ej. contratos, recibos por honorarios). Esto es parte de la realidad del sector que se busca mejorar con los incentivos apropiados.

Sin duda se trata de medidas necesarias para asegurar la subsistencia de las personas que participan de la industria. No obstante, lo que se busca no es solo que la industria sobreviva, sino que se fortalezca.

Mención aparte merece la adquisición directa de contenidos, los cuales están restringidos a licencias de música tradicional peruana. Al respecto, solo mencionar que la música peruana no se restringe a su vertiente tradicional, sino que también abarca manifestaciones contemporáneas que también forman parte de una oferta cultural exportable (p. ej. bandas nacionales comerciales como Mar de Copas o Líbido; y del circuito independiente como Laguna Pai, Kanaku y el Tigre, Los Outsiders o Mundaka).

2. Incentivando a difundir cultura (especialmente música)

Teniendo en cuenta las limitaciones de las ayudas económicas, deberíamos apuntar a medidas de otra índole, especialmente a aquellas que impulsen la oferta y la industria musical nacional.

¿Cómo se puede impulsar la industria? Creemos que pueden impulsarse tres líneas de acción: (i) difusión de contenidos; (ii) infraestructura cultural; e (iii) incentivos para la oferta musical. Para ello, es necesario atraer la participación del Estado (diseñando los incentivos adecuados, especialmente tributarios), el sector privado (productores y medios de comunicación), y la sociedad civil (la población consumidora y las sociedades de gestión colectiva que representan a los artistas).

(i) Difusión. Es fundamental para desarrollar una industria musical sostenible y abarca el derecho de acceso a la cultura que la PNC reconoce como hoy como un punto débil. En efecto ¿cómo desarrollas una oferta musical si la población no tiene cómo enterarse de lo que existe y se ofrece?

En este punto, cabe hacer mención a los medios de comunicación privados, quienes han cumplido un papel minúsculo en el licenciamiento y difusión de contenidos culturales nacionales (p.ej. podríamos listar de memoria el playlist de música criolla y rock peruano que se emiten en las radioemisoras locales, o las contadas veces que se emiten contenidos audiovisuales nacionales en televisión). Es más, podríamos decir que la última banda independiente que saltó al mainstream lo hizo gracias a la publicidad de una empresa de telecomunicaciones, y no gracias a que sonó en las radioemisoras locales.

Al respecto, existe una disposición expresa en la Ley de Radio y Televisión que establece que los canales de televisión y radioemisoras (llamados organismos de radiodifusión) deben contar con una producción nacional mínima del 30% en su programación semanal. Sin embargo, esta norma no es del todo efectiva ya que varios medios interpretan “producción nacional” no como un programa con contenido generado por artistas nacionales, sino como la actividad misma de producir el programa (es decir, tener la iniciativa y responsabilidad sobre el programa); en ese sentido, cualquier programa gestionado en el país sería considerado como “producción nacional” (por más que se dedique a difundir contenidos de artistas extranjeros).

Para mejorar esta situación pueden plantearse incentivos tributarios que impulsen la creación, producción y licenciamiento de fonogramas nacionales. Es decir, generar incentivos para la compra o licencia de contenidos nacionales por parte de los organismos de radiodifusión y productores audiovisuales (para que sean utilizados en televisión o cine)

¿Cómo generamos estos incentivos? A través de deducciones al impuesto a la renta (que pagan los productores y radiodifusoras) o a las tasas y/o cánones (monto que pagan los organismos de radiodifusión por usar sus espacios -el llamado espectro radioeléctrico-)  a cargo de estos sujetos.

Estas deducciones se calcularían a partir de los montos invertidos en licenciamiento de contenidos musicales peruanos. Es más, para incentivar el licenciamiento y creación de nuevos contenidos, estas deducciones pueden fijarse de manera escalonada según la actualidad del contenido (i.e. mayor porcentaje de deducción para contenidos generados en los últimos cinco años).

Por otro lado, las sociedades de gestión colectiva peruanas (APDAYC, UNIMPRO, etc.) podrían jugar un papel más activo que el que vienen realizando en la actualidad: pago de regalías y publicación de contenidos de sus asociados en sus redes sociales con un alcance muy limitado (APDAYC y SONIEM han gestionado el pago de regalías, mientras que UNIMPRO solo ha publicado una encuesta del Ministerio de Cultura).

Esta pobre actividad contrasta con las campañas de difusión de las sociedades de gestión de Chile, México y Uruguay (creación y difusión de playlists) o el caso de Argentina donde las sociedades participaron con el INAMU en la campaña para que los medios de comunicación utilicen música argentina. Ya ni hablar de los subsidios que se brindaron para los asociados de las sociedades de gestión en Chile y Uruguay.

(ii) Infraestructura. Una vez impulsada la demanda por contenidos musicales nacionales a través de las actividades de difusión, es necesario contar con infraestructuras culturales para mostrarlos al público (i.e. espacios culturales, salas de concierto, anfiteatros, infraestructuras digitales).

Para ello, primero es necesario reactivar los espacios culturales con los que contamos. Los protocolos de reapertura son urgentes y dependen del trabajo conjunto del Ministerio de Cultura y el Ministerio de Salud. Ya sea que se trate de guías para el reinicio de actividades sin público (como en Argentina o Colombia) o con público (como Uruguay), es necesario que las organizaciones a cargo de estos espacios participen del diseño de estas directivas, a fin de que puedan trasladar sus preocupaciones e ir adaptando los espacios.

Sin perjuicio de lo anterior, la PNC reconoce que a la fecha existe una brecha en infraestructura que impide hacer accesible la oferta cultural a la población (se menciona la ausencia de espacios y las condiciones precarias de los existentes). Inclusive, es muy probable que por la pandemia se pierdan muchos de estos espacios por falta de ingresos que permitan su subsistencia (p.ej. fondos insuficientes para pagar alquileres o mantenimiento, etc.).

En ese sentido, la línea de apoyo económico diseñada para estos espacios culturales es necesaria para ayudar a su subsistencia, pero no apunta a su mejora o la creación de nuevos elementos. Así, se pueden implementar incentivos tributarios de manera similar al caso colombiano y mexicano (donde se otorgan deducciones al impuesto a la renta derivados de los montos invertidos en proyectos de infraestructura cultural) para estimular la creación o mejora de estas infraestructuras (físicas y virtuales) y empezar a superar la brecha existente.

(iii) Incentivar la oferta. Si contamos con un ciclo de oferta musical, demanda por contenidos nacionales y espacios para mostrar las obras, se necesitarán medidas para fortalecerla, que se genere nuevamente y que el ciclo se repita hasta el infinito.

¿Cómo logramos esto? Un primer paso es ampliar los beneficios tributarios que hoy se otorgan a ciertas manifestaciones culturales (música clásica, ópera, ballet, circo y teatro), que está exoneradas del IGV y del impuesto a la renta, modificando el concepto de ‘espectáculo cultural no deportivo’ contenido en la Ley 30870.

Dicho de otra manera, debemos entender -nuevamente- que un espectáculo cultural no se restringe a las manifestaciones culturales tradicionales (i.e. danzas o música clásica), sino que también a las contemporáneas (p. ej. bandas nacionales comerciales y del circuito independiente), por lo que deberían extendérseles estos beneficios (total o parcialmente) a para incentivar su realización y los beneficios que generan (no solo para los artistas, sino también para quienes trabajan en la producción, transporte, entre otros).

Aquí también podrían jugar un papel importante las sociedades de gestión colectiva, ayudando a gestionar este tipo de medidas a través de sus actividades de representación (podrían tocarle la puerta al Ministerio de Cultura, Ministerio de Economía y Finanzas). Recordemos que las sociedades cumplen un papel importante en la gestión y protección de los derechos de los artistas asociados. Sus actividades no se restringen al plano económico (recaudación y distribución de regalías), sino también político, legal, social y cultural (Schepens, 2000), aportando a la consolidación de las industrias culturales.

Estos roles deberían verse realzados en épocas de crisis como la que vivimos, que es lo que efectivamente ha pasado en algunos países vecinos pero falta por estos lares (como ya mencionamos anteriormente).

Cierre

El contexto actual requiere de alternativas adicionales para impulsar la reactivación de la industria musical . Para ello podemos enfocarnos en las áreas que requieren fortalecerse para contar con un sector musical sostenible: (i) difusión, (ii) infraestructura, e (iii) incentivar la oferta musical.

Esta tarea necesita la participación del Estado, el sector privado y la sociedad civil. Las medidas planteadas hasta ahora son un buen punto de inicio, pero son insuficientes para enmendar años de retraso en el sector cultural. Se trata de buscar los incentivos correctos para impulsar las acciones de los actores involucrados en un mismo sentido y asegurar el desarrollo y sostenibilidad del sector.

Para cerrar, traemos a colación una frase que ha estado en boca de todos los medios de comunicación en el último tiempo: las crisis crean oportunidades. Pues bien, es hora de aprovechar esta oportunidad de mejora en la industria musical y cultural, tomar acción e implementar medidas eficaces para reactivarla y fortalecerla. Hay hermanos, muchísimo que hacer.

***

Instrumental

PaísMedidas específicas para el sector
ColombiaApoyos económicos.  
Decreto 561: Los recursos del impuesto nacional al consumo con destino a cultura correspondientes al 2019, que no estén comprometidos o ejecutados, y al 2020 se destinarán transitoriamente a la subsistencia de los artistas, creadores y gestores culturales, que demuestren su estado de vulnerabilidad.  
Decreto 475: Destina fondos al programa de beneficios económicos periódicos para artistas y gestores culturales (adultos mayores), a través de la recolección anticipada de los recursos obtenidos de la “estampilla Procultura”.  
-El Ministerio de Cultura Lanzó el proyecto ‘Comparte lo que somos’, que entregará recursos para apoyar al sector durante la emergencia sanitaria.  

Promoción y difusión de contenidos   El Ministerio de Cultura:
Lanzó un listado de 100 canciones colombianas en el marco de la campaña #ColombiaCreaTalento.
Hace un llamado a los organismos de radiodifusión a incluir obras colombianas en su programación.

Medidas tributarias  
– Decreto 475: Amplían los plazos para los pagos parafiscales de las industrias culturales y creativas.
Decreto 818 de 2020 determina 6 alivios tributarios y económicos para la mitigación del impacto del COVID-19 en el sector cultura, tales como: disminución de la tarifa de retención para actividades culturales y creativas, ampliación de plazo para pago de contribuciones, entre otros.   Decreto 697 de 2020, se reglamentó el incentivo para apalancar proyectos de inversión en economía creativa por $300 mil millones en 2020. La medida otorga un incentivo tributario del 165 por ciento en deducción de renta para quienes inviertan y/o donen en este tipo de iniciativas.  

Protocolos de reapertura   Resolución 957 de 2020 aprueba el protocolo general para la reactivación de las industrias culturales. El sector de las artes escénicas y la música se verá beneficiado al permitirse las actividades profesionales que posibilitan la transmisión de obras artísticas y audiovisuales de forma remota, puesto que aún no hay autorización para actividades con público.  
ChileApoyos económicos  
La Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales, entidad de gestión colectiva emitió un Bono de Apoyo Extraordinario para sus asociados.  

El Ministerio de las Culturas:
Destinó 15 mil millones de pesos para apoyar a artistas y organizaciones ante la emergencia a través de adquisición de contenidos culturales (derecho de autor), el fomento de la creación artística y la protección de los espacios y organizaciones culturales afectadas en razón de la contingencia.
Destinará 2 mil millones de pesos para beneficiar a 122 espacios culturales, como parte del Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras.
– A través de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes anunció la creación de una mesa de trabajo con gremios del sector artístico y representantes de los ministerios de Hacienda y Economía, para buscar estrategias conjuntas ante la emergencia sanitaria.  

Promoción y difusión de contenidos   La Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales lanzó la campaña La música chilena está donde tú estés, que busca incrementar el consumo y difusión de obras realizadas por artistas chilenos a través de internet y medios tradicionales.
ArgentinaApoyos económicos  
El Instituto Nacional de la Música (INAMU):  
– Realizó dos Convocatorias de Fomento, a través de las cuales benefició a 2809 artistas con un subsidio total de $ 28 millones de pesos.
– Creó un fondo de donaciones para ampliar la cobertura a los músicos registrados, denominado “Fondo Musical Solidario”.  

El Ministerio de Cultura:  
– Lanzó la plataforma “Compartir Cultura”, en los que se beneficiaron contenidos audiovisuales de artistas, con un subsidio de $15 mil pesos.
– Lanzó el programa de becas “Sostener Cultura II”, destinó 450 millones de pesos para becas extraordinarias.
– Lanzó el programa de becas “ACTIVAR PATRIMONIO”, destinado a artistas, investigadores, investigadoras, curadores y curadoras de todo el país para llevar a cabo una propuesta de trabajo con los acervos y/o colecciones presentes en Institutos y/o Museos Nacionales.
– Lanzó el “Fondo Desarrollar”, que busca contribuir a la sostenibilidad de los espacios culturales en el contexto actual de emergencia.
– Duplicó el presupuesto para integrar colectivos al programa “Puntos de Cultura” (100 millones de pesos).  

Promoción y difusión de contenidos  
El INAMU: (i) Produce y emite el programa “Unísono” a través de la Televisión Pública; y(ii) lanzó propuesta a los medios de comunicación para utilizar material de artistas nacionales.  

El Ministerio de Cultura: (i) difunde contenidos a través de la plataforma “Compartir Cultura”; y (ii) lanzó el programa “Músicas Esenciales. Sonidos de la Argentina”, para difundir las obras de 120 músicos escogidos en las redes sociales del Ministerio y del Consejo Federal de Cultura,

Protocolos de reapertura   El Ministerio de Cultura Emitió un protocolo general para las actividades sin público del sector de la música.  
UruguayApoyos económicos
El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) emitió las siguientes medidas:  
– Creación del Fondo Solidario Cultural “Rubén Melogno”. Destina 5 millones de pesos para: compra de funciones por anticipado; contratación de actividades docentes a través de la plataforma culturaencasa.uy., entre otros.
– Adelanto del llamado a Fondos Concursables por 15 millones de pesos, a lo que se suman Fondos Regionales por otros 7.2 millones.
– Reasignación de los Fondos de Estímulo a la Formación y Creación Artística (Fefca) a la actividad artístico-docente e instituciones docentes por 10 millones de pesos.
Subsidio de 6,800 pesos para artistas, pertenecientes a la Sociedad Uruguaya de Actores, Asociación Uruguaya de Músicos Independientes, Agremiarte, Asociación de Danza del Uruguay y la Sociedad Uruguaya de Artistas Intérpretes.  

Promoción y difusión de contenidos.   AGREMYARTE (Sindicato de Músicos y Anexos) lanzó un fondo de 1 millón de pesos para la campaña “#UnidosconMúsica” que permite a los músicos subir playlists y recibir 1 peso por canción reproducida hasta un máximo de 10 mil pesos por mes, hasta que se acabe el fondo.   AGREMYARTE y COOPARTE lanzaron la campaña “Músicos en casa”  

Protocolos de reapertura.  El MEC emitió los protocolos de reapertura de museos, galerías, espacios culturales, cines, teatros y salas de espectáculo.  
MéxicoApoyos económicos. La Secretaría de Cultura del Gobierno de México (la “Secretaría de Cultura”):  

Lanzó varios programas de apoyo: fondos para las Instituciones Estatales de Cultura, abrió la convocatoria para el Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados y anunció la convocatoria para formar parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte por parte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
– Lanzó el programa “Contigo en la distancia” a través del cual se busca difundir material artístico en línea, otorgando un estímulo económico de 20 mil pesos.
– Destinó 320 millones de pesos para apoyar a la comunidad de artistas afectados por la pandemia, dicha suma se distribuirá a razón de 10 millones de pesos para cada estado.
– Los artistas que formen parte de ciertos colectivos culturales podrán obtener recursos al suscribirse al Banco de Funciones o bien, recibir un Apoyo directo por parte de la Secretaría del Bienestar.  

Promoción y difusión de contenidos. La Secretaría de Cultura:

– Creó la plataforma en línea “Telar” con el fin de obtener información que permita reconocer, impulsar y desarrollar la diversidad de culturas locales, a través del acercamiento y reconocimiento de agentes culturales.
– Junto con el Centro Cultural Helénico publicaron proyectos escénicos en la plataforma ‘Contigo en la distancia’.
– Lanzó el programa “Contigo en la distancia” a través del cual se busca difundir material artístico en línea.  

La Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas y Videogramas, Cultura UDG, la Feria Internacional de la Música para Profesionales, lanzaron la campaña Música México COVID-19 (MMC-19), que busca activar estrategias de formación y activación económica para las y los profesionales de la música. Al mismo tiempo busca generar un fondo de apoyo, promover la escucha de música local, medir el impacto económico de la pandemia en la industria.  

Medidas tributarias   La Secretaría de Cultura lanzó el programa Estímulo Fiscal para Proyectos de Inversión 2020, a través del cual se aplicaría un crédito fiscal a un proyecto de inversión para estimular la creación y producción de las diferentes artes.  

Protocolos de reapertura   La Secretaría de Cultura emitió a Guía Básica de Reapertura para Espacios Culturales. Asimismo, reabrió los museos a su cargo.  
PerúApoyos económicos  

Decreto de Urgencia 058-2020: marco general mediante el cual se aprueban distintos mecanismos para mitigar los efectos económicos en el sector cultura, tales como:  

(a) Apoyos económicos a favor de personas naturales y jurídicas:
– Deben acreditar la imposibilidad de realizar actividades y presentar un plan de amortiguamiento.
– Están destinados a actividades vinculadas a las industrias culturales y las artes: replanteamiento de actividades/eventos culturales y desarrollo de plataformas digitales.

(b) Adquisición de contenidos culturales:
– Se priorizan contenidos con temas sobre derechos fundamentales.
– Se pone el contenido a disposición del público

(c) A efectos de financiar los apoyos, se asigna una partida presupuestaria de 50 millones de soles.

(d) Se busca priorizar a personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad y/o dirijan sus actividades hacia población en situación de vulnerabilidad.  

Resolución Viceministerial 080-2020-VMPCIC-MC: se modifica el “Plan anual de estímulos económicos para las industrias culturales y artes para el año 2020”: se incluyen una relación de concursos para estímulos económicos.

Resolución Ministerial 151-2020-MC: aprueban los lineamientos de aplicación de los mecanismos para amortiguar los efectos económicos en el sector cultura previstos en el DU 058:  

– Los apoyos económicos son subvenciones que serán tramitadas por el Ministerio de Cultura a través de convocatorias con sus respectivas bases. La adquisición de materiales se sujeta a la ley de contrataciones con el estado.

– Las subvenciones servirán para: (i) el sostenimiento del trabajador cultural independiente y las organizaciones y espacios culturales; (ii) replantear ferias y festivales afectados por la pandemia, así como la oferta de bienes y servicios en el nuevo contexto. Para ello se lanzó el portal web “Apoyos COVID-19”.

– Las subvenciones serán concursables (proceso selección) y no concursables (cumplimiento de requisitos y evaluación).

– Se supervisarán las obligaciones asumidas en el acta de compromiso que firman los beneficiarios de las subvenciones.

– Los contenidos que serán adquiridos son (i) fonogramas de música tradicional peruana, y (ii) piezas representativas de arte tradicional peruano. Se firmará un contrato de transferencia/licencia de derechos a tales efectos.

– Para la adquisición de contenidos se pedirá la opinión de un Comité de Expertos (5 personas con experiencia en el campo de la cultura).

– Criterios de adquisición de contenidos: (i) pertinencia, (ii) accesibilidad, (iii) derechos fundamentales, (iv) Vinculación o promoción de la protección, conservación, puesta en valor y uso social del patrimonio cultural de la nación.  

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